Hoy os traigo una idea que seguro más de una familia ya ha llevado a cabo durante esta cuarentena:
¡¡¡HACER UNA RECETA!!!
¿Qué nos aporta esta actividad cotidiana y al alcance de todos? La puesta en marcha de las funciones ejecutivas (si pincháis AQUÍ os explican lo que son):
- Planificación: pues hemos de elaborar un plan para preparar la receta elegida (selección de ingredientes, orden al cocinar, los pasos a seguir...).
- Memoria a largo plazo: si preparo una receta que ya conozco, sin leer, si no de memoria.
- Memoria de trabajo: la activamos en todo momento para saber por dónde vamos y no saltarnos ningún paso.
- Atención: recordar los ingredientes, seguir los pasos, observar, llevar a cabo dos acciones a la vez...
- Motricidad: al cortar, picar, pelar, batir, remover, salar...
- Inhibición: concentración en la tarea para evitar cortarnos, que se quemen los alimentos, dejarnos el fuego encendido...
- Flexibilidad cognitiva: si nos falta algún ingrediente, podemos improvisar, ser creativos...
¿A qué no habíais parado a pensar cuánto nos ayuda cocinar juntos? Gracias al IG de #hablemosdeneurociencia por sus tan buenas explicaciones. Además, estimula la interacción personal, los lazos de unión, el tiempo compartido...
Para los niños de primaria, animo también a que escribáis la receta y los pasos a seguir, pues practicamos así la expresión escrita, la ortografía, la grafía...
Para los niños de infantil, podéis hacer un dibujo de vuestra receta o una foto y describirla oralmente.
Os animo a que compartáis vuestras recetas por aquí.
Un abrazo y...BUEN PROVECHO.